Así comienza la historia de los Parques Nacionales, ya que a partir de esta donación, en 1922 se crea elParque Nacional del Sur. Luego en 1934, sobre la base de un proyecto de ley elaborado por Ezequiel Bustillo, se crea el Servicio de Parques Nacionales y simultáneamente se crean los Parques Nacionales Iguazú y Nahuel Huapi, éste último sobre la base de aquel Parque Nacional del Sur. De esta manera, la Argentina se convierte en el tercer país de América que cuenta con un sistema de parque nacionales.
El Parque Nacional Los Alerces fue creado en 1937, y uno de los principales motivos para su establecimiento fue la existencia de los mayores y mas notables bosques de alerce en el país (un total de 7371 hectáreas, que corresponden al 35.7% de la superficie total ocupada esta especie en la Republica Argentina) Estudios realizados llegaron a determinar que algunos ejemplares pueden superar los 50 metros de altura y los 4 metros de diámetro y tener edades que oscilan en torno a los 3.600 años antigüedad, siendo los alerces la segunda especie mas longeva del planeta.
Dentro del Parque, los bosques de alerces se encuentran en las categorías de máxima protección denominada Zona Intangible; que es de máxima restricción al uso. Solo admite el uso científico o educativo regulado, en este ultimo caso a través de la actividad turística sustentable en el marco del plan de manejo del área protegida en cuestión.
Desde los primeros proyectos de infraestructura que implicaron inversiones del Estado en caminos, viviendas e instalaciones operativas (talleres, puertos, tendidos eléctricos, muelles, caminos, puentes, etc.) hasta la progresiva incorporación de actividades turísticas el Parque y su gente han tenido por consigna común la protección del entorno para las futuras generaciones.
Las distintas visones sobre la actividad humana dentro del área han ido evolucionando hacia una concepción más integral del manejo de los recursos naturales; con el hombre como principal articulador de los usos sostenibles que se pueden desarrollar en un espacio protegido de estas características.
Afortunadamente los criterios sobre la conservación del patrimonio natural incluyen en la actualidad al componente social como elemento primordial para la toma de decisiones a futuro. Esto es un logro compartido por trabajadores y pobladores; que, tras históricas luchas para lograr un merecido reconocimiento de derechos, vislumbran en conjunto un mañana en el que los humanos podrán desarrollarse armónicamente sin poner en riesgo la biodiversidad de nuestro ambiente.